Con todo listo, los participantes tomaban la salida protocolaria a las 20:30. De uno en uno, por orden de salida, y de minuto en minuto, tal y como se realizaría la salida para el TC-1 [El Herradón] el siguiente día, Viernes.
La expectación con los vehículos de cabeza de carrera era enorme, y aunque el publico disminuyese con el paso de los coches, no eran pocos los que aguantaban a ver todos y cada uno de los participantes, disfrutando del sonido de estas preciosas máquinas entre los edificios del Centro de Madrid.
Y hasta aquí llegamos con la salida protocolaria. A partir de este momento, solo quedaba esperar al Viernes, que es cuando vendría la acción en los tramos de Ávila, a los cuales nos desplazaríamos para disfrutar del Rally en su versión nocturna.